El día 11 de marzo, Disney+ estrenó Red (Turning Red), uno de las novedades estrellas para este mes de marzo. Casi nueve meses después de Luca Pixar vuelve a la plataforma de streaming para traernos una película de animación que promete entretener a toda la familia, convirtiéndose en la tercera película que el famoso estudio de animación ha estrenado en ella.
Hasta ahora ambas compañías se han caracterizado por crear películas destinadas a un público infantil. Pero parece que con esta nueva cinta quieran ampliar su público con un argumento menos infantil. De hecho ha recibido la calificación de PG, es decir, que es recomendable que los más pequeños de la casa la vean acompañados de mayores por determinado contenido que posiblemente no lleguen a entender.
La película está dirigida por Domee Shi, convirtiéndose en el segundo film de la compañía dirigido por una mujer. Además, es la primera vez que Shi dirige una película, aunque experiencia no le falta. En 2019 obtuvo el Oscar al mejor corto de animación con Bao, y siempre ha estado ligada a Pixar, participando en la creación de los guiones, como es el caso de Red (Turning Red), donde además de directora ha sido parte del equipo guionista.
Red (Turning Red): amistad, adolescencia y una madre muy controladora.
La nueva película de Pixar nos lleva a conocer a Meilin, una jovencita de 13 años con un carácter arrollador y una casi obsesión por no defraudar a su madre que roza lo insano. La niña se esfuerza en ser todo lo que su madre, Ming, espera de ella. Por eso es una aplicada estudiante y una hija modelo que nunca hace nada que no deba hacer, incluso aunque ella lo desee mucho.
La sombra de Ming siempre planea por la cabeza de Meilin, y esto la convierte en una niña más cuando está con sus amigas, pero en alguien muy serio y maduro cuando está con sus padres, siempre ocultándoles su verdadera forma de ser.
Todo eso va a cambiar de la noche a la mañana, y es justamente así, cuando se despierte convertida en un enorme panda de color rojo que parece dominarla. Aunque en realidad, se trata de ella misma: de esa niña que quiere salir con sus amigas y por encima de todo, quiere ir al concierto de su grupo preferido, los 4-Town.

En ese momento toda su vida empezará a cambiar llevándola a situaciones divertidas y locas que la meterán en líos, y también hacia otras más personales donde se debatirá en seguir siendo lo que su madre quiere que sea, o ser ella misma.
Una historia menos infantil
Red (Turning Red) es una película que trata temas para un público más adolescente, pero eso no quiere decir que no mantenga esa magia que hace que los más pequeños de la casa nos pidan una y otra vez volver a verla. Lo único es que habrán determinadas escenas que no acaben de entender y otras con las que no se sentirán tan identificados, pero el hecho de que aparezca un enorme panda en ella, es suficiente para que los más pequeños de la casa estén encantados con ella.
Pixar sigue la misma línea de animación colorida que le caracteriza. También mantiene ese humor inocente y esa forma de sorprender con una historia muy original, que mezcla las costumbres tradicionales con lo más actual. Aunque si lo pensamos bien, lo de ser furry es algo que cada vez tiene más adeptos pero todavía no está normalizado.
Dentro de ese tono adolescente ha introducido un elemento que siempre ha tenido en cuenta pero no de forma tan evidente: la música. Algo que sin duda marca el cambio de niño a adolescente. En Red (Turning Red), esto se lo han tomado muy en serio, de manera que en su banda sonora original han contado con Billie Eilish y su hermano Finneas O’Connell para la composición de tres de sus canciones, entre la que destaca la pegadiza Nobody like u. Incluso el propio Finneas pone voz a Jesse, uno de los cuatro componentes del grupo 4-Town

Red (Turning Red) lleva implícita un mensaje, algo a lo que nos tiene acostumbrados tanto Pixar como Disney. Sus películas siempre tienen algo que decirnos, más allá de hacernos pasar un rato divertido y entretenido. En el caso de esta, podríamos hablar de buscar un equilibrio entre lo que se es y lo que debemos ser por respeto a nuestro padres. Un término medio que nos permita ser nosotros mismos sin que eso suponga romper con la familia.
Este equilibrio se basa en la aceptación, primero de uno mismo, y luego por la familia, que deben entender que cada persona tiene la libertad de ser quien quiera ser y que no pueden ocultarlo, por que eso sería mentir.
En resumen:
Red (Turning Red) es una película que se sale del tono infantil de otras creaciones de Pixar pero que aun mantiene ese toque de ingenuidad con una historia sencilla pero con un mensaje muy adulto. Una película destinada a hacerte pasar un rato divertido y entretenido en familia, y que aunque no esté dentro de la lista de mis favoritas, merece la pena dedicarle una hora y media de tu tiempo para verla.