Netflix sigue con adaptaciones de hechos reales para sus producciones, y esta vez le ha tocado a Notre Damme. Fue el 15 de abril del 2019 cuando nos sorprendimos con la noticia del incendio a este icono mundial situado en París. Un terrible accidente que acabó destruyendo gran parte de esta joya que el pasado nos dejó.
Todas las miradas se centraron en salvar lo máximo posible de esta obra arquitectónica y también en rescatar todas las reliquias que había en su interior cuyo valor es incalculable. Para poder llevar a cabo todo eso, los bomberos de la capital francesa tuvieron que demostrar su valía.
Notre Damme nos muestra en sus seis episodios con una duración total de casi cinco horas, como esos héroes anónimos se enfrentaron a este incendio. Las peligrosas acciones que tuvieron que abordan para minimizar daños, y se adentra a una parte más dramática presentándonos varias tramas alternativas para hacer que la serie fluya.
Notre Damme. El incendio no es lo principal.
Notre Damme está dirigida por Hervé Hadmar, que también participó en la elaboración del guion junto a Olivier Bocquet. Este guion es una adaptación del libro La noche de Notre Damme escrito por la brigada de bomberos de Paris y Romain Gubert.
Han querido ir más allá de esta catástrofe que asoló el mundo cultural, adentrándose en historias más humanas, poniendo rostro a aquellos bomberos que arriesgaron sus vidas por apagar aquel fuego devorador.
Un intento de poner sentimiento y alma a esos personajes anónimos que llegaron a apagar ese incendio con sus propios problemas y conflictos. También nos sirve para que el espectador pueda seguir varias tramas, un método que suele funcionar bastante bien, ya que no sientes el agobio de una sola historia y tienes otras más con las que empatizar.
Eso funciona en Notre Damme bastante bien. Ya que nos vamos a encontrar con historias más interesantes que otras, que se irán desenvolviendo paralelamente a la acción que supone enfrentarse a este terrible accidente.
Por una parte tendremos al general Ducourt (Roschdy Zem) y a Gabrielle Varese (Caroline Proust) que serán los encargados de dirigir y coordinar las operaciones necesarias para extinguir el incendio. De su mano veremos las escenas más impactantes y angustiosas cuando tienen que tomar decisiones que ponen en peligro la vida de personas para intentar sofocar el fuego que sigue ganándoles terreno.
En otra trama tendremos a Alice (Megan Northam) una bombero primeriza que recientemente se ha reincorporado al servicio tras haber sufrido un duro golpe. Ella se enfrentará a este nuevo reto con determinación y al mismo tiempo lo tomará como un homenaje a alguien que perdió recientemente.
Para rebajar un poco el lado trágico de Notre Damme tendremos la trama que surgirá entre una intrépida periodista más preocupada por obtener una buena noticia que por su vida, y un bombero al que conoció en su niñez y adolescencia, ya que nacieron en el mismo pueblecito. Ambos se reencontrarán después de haber perdido el contacto y los recuerdos del pasado regresarán con fuerza a sus vidas.
Y por último tenemos una trama más alejada del propio incendio de Notre Damme que nos llevará a conocer a Max (Simon Abkarian) y su carrera contrarreloj por encontrar a su hija con la que hace años perdió el contacto. Para mi, esta ha sido la mejor de todas las historias, aunque ha tenido momentos repetitivos.
En SinSpoiler.
Entretenida.
Si eres de los que disfrutan con historias de catástrofes donde los protagonistas tienen que enfrentarse con su ingenio a una fuerza de la naturaleza que les supera en poder y grandeza, Notre Damme podría interesarte.
Durante sus seis episodios asistiremos a las maniobras que los bomberos tienen que hacer para minimizar los daños de este grandioso incendios. Todos ellos están dirigidos por un general retirado que cuida en todo momento de las vidas de los bomberos. Algo que en situaciones como esta, es realmente difícil de conseguir y resulta un trabajo arduo.
Los bomberos se encontrarán en situaciones peligrosas donde es necesario un rescate arriesgado y contarán con su experiencia y sabiduría para sobrevivir a ello, y también con una parte importante de eso que llamamos suerte.
Las tramas secundarias resultan entretenidas y sirven para aliviar el estrés que produce el enfrentarse al incendio. El problema es que estos saltos de una a otra hace que se pierda intensidad, debido en gran parte a la irregularidad que tiene Notre Damme. Esto se une a momentos en los que parece que vamos dando vueltas una y otra vez a lo mismo sin llegar a avanzar.
Todo eso hace que la serie, a pesar de la intensidad de algunas escenas, se convierta en una historia más lenta de lo que debería ser. La intriga que rodea a las sub tramas también se alarga en muchos momentos de forma innecesaria y eso hace que el espectador desconecte cansado de esperar un cambio que no termina de llegar.