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Museum (2016) Adaptación del manga de Ryosuke Tomoe.

Estaba mirando el catálogo de Prime Video cuando apareció como recomendación Museum, una película que ya tiene unos años pero que enseguida llamó mi atención por tratar sobre un asesino en serie, algo que siempre me ha intrigado.

Así que le di una oportunidad a este live action basado en el manga de Ryosuke Tomoe, que también participó en la película adaptando su guion, y decidí darle una oportunidad. La película está dirigida por Keishi Otomo, el artífice de todas las películas de la saga basada en el guerrero Kenshin, así que la cosa empezaba a ponerse interesante.

Una adaptación siguiendo el manga.

Normalmente que una adaptación al cine siga fielmente al manga en el que se basa suele ser bien visto. Y esto sucede con Museum demasiado al pie de la letra. El problema es que el manga cuenta con un principio espectacular para luego perderse por unos caminos que no nos quedan claros. Y eso mismo sucede con la película.

Museum empieza bien. Nos presenta al inspector Sawamura (Shun Oguri) y a su familia. Todo son imágenes idílicas sino fuera por lo que oímos de fondo: reproches. Esa apacible tranquilidad que vemos es una realidad que no sucede. Para el inspector son más importantes las víctimas de los crímenes que investiga que su familia. Así que es normal que su hijo y su mujer se queden esperándolo incluso en las fechas más marcadas e importantes.

La presentación de uno de los protagonistas es por sí sola bastante triste. Nos queda por conocer al otro protagonista que será el que le quite el sueño al inspector. Un curioso personaje que, con una más cara de rana, se dedica a asesinar cruelmente a sus víctimas, solo cuando llueve. Por eso vemos al personaje caracterizado de anfibio reír bajo la lluvia después de haber asesinado de nuevo.

Museum

Después del hallazgo del primer cuerpo, el inspector será el encargado de llevar el caso. Saben que se encuentran ante un despiadado asesino por la manera de acabar con la vida de sus víctimas. Y saben que no va a parar hasta que lo detengan por una nota que encuentran en el lugar de los hechos.

Museum, ¿qué pasó…?

Sí, a mi también me recordó mucho a Seven. Un juego del gato y el ratón entre un inspector de policía cuya vida se perdió hace tiempo, y un obsesivo y sanguinario asesino que solo piensa en cómo cometer su siguiente crimen mientras juguetea con la mente de Sawamura.

Quizá está vez hubiéramos agradecido un poco de imaginación y salirse un poco del guion marcado por el manga. Así que Museum nos deja con ese sabor agridulce que nos hace pensar en que, aunque la historia no sea muy original, lo estaban haciendo bien. Pero al final todo se perdió.

Museum te mantiene atento hasta más o menos la mitad de la cinta. Es en ese momento cuando notamos que se pierde el rumbo. Todo se vuelve fácil, previsible. La oscura historia que teníamos en los primeros minutos parece no tener nada que ver con esto que estamos viendo ahora. La trama se ha perdido en sí misma, como si tuvieran muchas ganas de acabarla ya. Y así es como llegamos a un final meh.

ÇMuseum

A pesar de esa segunda mitad, donde incluso nos encontraremos con esos dramas tan nipones de responsabilidad por su trabajo que me dieron bajón (la verdad sea dicha), merece la pena darle al play si eres de los que les gustan los asesinos en serie. Ahora ya sabes que no es tan espectacular como su inicio nos promete, pero hemos visto cosas mucho peores, ¿o no?.

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