Como cada martes hemos podido disfrutar de un nuevo episodio de La Edad Dorada, y ya vamos por el séptimo. Seguimos de cerca los problemas a los que George Russell (Morgan Spector) se enfrenta después del accidente ferroviario que costó la vida a varias personas. El magante sigue con su vida pero sin perder de vista este contratiempo que podría complicarle mucho su vida.
Mientras Bertha Russell sigue más centrada en su ascenso en la alta sociedad neoyorquina que en los problemas que acechan a su marido. Quizá se trate de un exceso de confianza en George y sabe que saldrá ileso de esta situación, o quizá sea un acto egoísta donde demuestra que solo le importa una cosa en su vida.
En el episodio anterior de La Edad Dorada vimos como Agnes van Rhijn (Christine Baranski) descubrió que no era tan respetada por su familia como ella pensaba. El peor revés se lo dará su propio hijo Oscar, al pensar de forma errónea, que mantiene una relación con la doncella de la señora Russell, la señorita Turner.
Sólo los análisis de series contienen spoilers. El resto de artículos no tienen spoilers.
La Edad Dorada. Temporada 1. Episodio 7.
La iluminación del New York Times por Thomas Edison
En este séptimo episodio de La Edad Dorada volveremos a tener un hecho real que será el hilo conductor del episodio. En esta ocasión veremos el encendido del edificio del New York Times de mano de Edison, y sobre este acontecimiento se irán creando las escenas que supondrán conocer mejor a los protagonistas.
Por un lado, vemos como de influyente es el señor Russel. Cenará con Edison y asistirá como invitado especial al encendido. El magnate había pensado no asistir por que su estado anímico no es muy bueno, aunque no lo demuestre. El hombre se enfrenta a un posible delito de cárcel, en caso que se demuestre que el accidente del tren fue ocasionado por su orden de utilizar material más barato y por consiguiente de menor calidad.
Como era de esperar, será Bertha quien lo convenza para que asista. En este episodio veremos como ambos mantienen una discusión por culpa de la obsesión de entrar en sociedad de la señora Russell. George le echará en cara que le preocupan más sus eventos que el hecho de que su marido pueda acabar encerrado por un delito que no cometió.
Peggy Scott (Denée Benton) sigue con su trabajo en el periódico que el señor Fortune dirige. La joven se ha convertido en una de las mejores articulistas que tiene y por eso ambos irán juntos a documentar el histórico hecho del alumbrado del edificio. Veremos breves imágenes de los dos que nos dan a entender que podría haber algo más entre ellos que una mera relación laboral.

Marian Brook
En este episodio de La Edad Dorada la joven Marian (Louisa Jacobson) será elegida por su tía Agnes para hablar con Bertha sobre la señorita Turner. La tía de Marian quiere que la mujer con la que su hijo ha sido vista, sea despedida inmediatamente. Por supuesto Marian, no se sentirá cómoda con esa situación, pero aceptará hablar con la señora Russell.
Durante esa charla, Bertha le pedirá permiso a Marian para invitar a Tom a asistir al encendido de luces de Edison. La joven se muestra entusiasmada por tal hecho pero pronto su alegría se desmoronará al saber que ella no está invitada. Al histórico hecho asistirán ocho personas, entre las que se encuentra una joven amiga de Aurora Fane, de ahí la necesidad de un acompañante masculino.
En este episodio, Marian y Tom aceptarán la invitación por parte de la señora Chamberlain (Jeanne Tripplehorn) de verse en su casa. Ambos jóvenes podrán por fin hablar a solas. El joven abogado volverá a manifestar su amor por Marian, otra vez. Pero una de sus conversaciones crea cierto recelo en Marian. Tom le dice que Nueva York está lleno de entretenimiento y que no le gustaría que ninguno de los dos se desviaran de su camino por tardar en tomar una decisión.
Sin duda, un aviso para que Marian dé el paso de enfrentarse a sus tías. Esta conversación se une al hecho de que el joven va a acudir al evento de Edison en compañía de otra joven, mientras ella tiene que permanecer encerrada en su casa en compañía de sus tías. La cara de Marian no oculta el desasosiego que todo esto le causa.
Tom le ha pedido matrimonio, ¿será capaz de aceptarlo y con ello perder su respaldo social? Justamente sobre esa pregunta la señora Chamberlain tiene mucho que decir, y lo hará. Aconsejará a ambos jóvenes sobre la difícil situación en la que se encuentran y les recordará que es peor de lo que piensan el hecho de no ser aceptado por la sociedad.
Agnes y Larry
Agnes continúa con su amistad con Carrie Astor (Amy Forsyth) cosa muy bien vista por los ojos de su madre, que observa como sus planes van tomando forma. Con este panorama, parece más que probable que la joven Russell tenga por fin su baile de debutante. Para ella significaría tener más libertad para poder asistir a fiestas y otras actividades sin necesidad de tener acompañante que la vigile.
Por supuesto, para semejante evento Bertha necesitará la asistencia del señor Ward McAllister (Nathan Lane), sin él el baile no tendría tanta repercusión. Entre ambos ha nacido una amistad que se va consolidando tal y como se demuestra con la asistencia de ambos al encendido de Edison.

Por otra parte Larry (Harry Richardson) por fin se ha decidido a contarle a su padre sus deseos de ser arquitecto, cosa que no es bien recibida por George que espera que su hijo se haga cargo de sus empresas. El joven sufrirá la decepción de que su idea sea rechazada, pero una breve conversación con Marian le hará volver a intentarlo. Esta vez se reunirá en privado con su padre y de una forma muy convincente logrará que su padre se piense su propuesta de ser arquitecto.
Sin duda todo lo acontecido en este séptimo episodio de La Edad Dorada nos deja pensando en que tendremos un nuevo episodio donde los protagonistas empiecen a definir su camino más claramente.
Ada Brook está empezando a allanar el camino de Marian y su relación con Tom. El ha vuelto a manifestar su amor y su deseo de casarse. La joven se queda en casa mirando por la ventana, mientras Tom está en una velada con otra mujer. Quizá está pensando en que es hora de dar ese temido paso y enfrentarse a su tía Agnes.