Lunes, 24 de octubre y Netflix estrena en su plataforma Jaula, el primer largometraje del director Ignacio Tatay, que también escribió el guion originario. Una historia curiosa la de esta película. Se escribió un primer guion en 2013, cuando Tatay cursaba un máster de cine que daba la posibilidad a los participantes a producirlo.
El caso es que la obra no fue elegida y el proyecto quedó guardado hasta el año 2016 que junto a dos compañeros del máster volvieron a retomarlo para presentarlo en el Festival de Sitges. Pero de nuevo la mala suerte los acompañó y aquello quedó en saco roto.
Hasta que Isabel Peña se unió al proyecto y entre ambos modificaron ese primer libreto que, ahora sí, llamó la atención de Alex de la Iglesia que se decidió a darle una oportunidad, resultado de la cual fue el estreno de Jaula en cines el 9 de septiembre del 2022. Un estreno modesto, sin promoción, que pasó casi desapercibido.
Jaula, o la casa de las tizas.
La película de casi dos horas de duración está protagonizada principalmente por Elena Anaya, en el papel de Paula. Está casada con Simón, Pablo Molinero, al que recientemente hemos visto como Arturo en Un asunto privado. La pareja vuelve una noche después de una cena a su casa cuando se encuentran en la carretera a una niña pequeña andando por medio de ella.
No hay que decir que esto es una sorpresa que desconcierta a la pareja que obviamente detiene el coche para ayudar a esa niña solitaria, que descalza, sigue la línea que divide ambos carriles en medio de la noche. La niña es llevada al hospital donde la atienden los médicos, y la pareja, como es normal, se queda preocupada por ella, por lo que irán a visitarla al día siguiente.
La niña tiene unos seis años y no habla. Además muestra un estado de agresividad que solo se calma cuando está dentro de objetos dibujados por tiza. Una forma aprendida desde su nacimiento para mantenerla quieta, haciéndole pensar que si cruza esa línea blanca un monstruo irá a por ella.
Los médicos averiguan que se llama Clara, y también que con Paula tiene una conexión que hace que se calme y se sienta bien. Así que, ante la imposibilidad de encontrar a sus padres, deciden proponerle a la pareja que acojan a la niña hasta que descubran que le sucede.

Paula y Simón no tienen hijos y deciden aceptar la propuesta para ayudar a la pequeña Clara en todo lo que puedan. Poco a poco la conexión entre esta y la mujer irá en aumento gracias a que Paula intentará que la pequeña se encuentre lo más segura y tranquila dentro de su casa.
Las líneas de tiza delimitarán toda la casa para permitir a Clara moverse por ella libremente. Mientras vemos como Laura empieza a sentir una unión con ella que empieza a llamarla mamá, algo que la conmueve ya que sabemos que Paula quiere tener hijos y los está buscando desesperadamente.
Una serie de hechos llevará a Paula a investigar quién es Clara y de donde viene. Con eso descubrirá una escabrosa historia en la que los más inocentes siempre pagan el precio más alto.
Un muy buen principio para Ignacio Tatay.
Jaula me ha sorprendido para bien. Empecé a ver la película sin saber de que iba, sin ver el tráiler y sin esperar mucho de ella. Lo que me encontré desde sus primeros minutos me atrapó y mantuvo mi atención hasta ese final donde el clímax llegó a lo más alto.
Estamos ante una historia de sentimientos, con una niña pequeña perdida, pero también ante un misterio por descubrir quien es Clara. Tatay ha sabido mantener el equilibrio entre esa parte dramática que nos va mostrando la vida de Paula, Simón y la niña que cada vez va abriéndose más; y esa otra parte de intriga que te va desvelando poco a poco. Ambas tienen suficiente fuerza como para mantenerte atento y al mismo tiempo ninguna de ellas sobresale sobre la otra.

Estamos ante una historia que puede parecer un tópico. Una mujer que quiere tener hijos se encariña de una niña con muchos secretos. Esto lo hemos visto en películas americanas y muchas de ellas no eran tan atrapantes como Jaula. La magia de que esta funcione la pone su protagonista. Capaz de sacarnos de ese cliché con su interpretación hace que olvidemos de eso fácilmente, para meternos de lleno en una historia oscura y siniestra.
Todo ello contado de forma tranquila, sin prisas, y llegando a un final donde no hace falta que nos expliquen nada con palabras para entenderlo. Algo que demuestra nuevamente que Jaula no es una película más, y que quizá sea la mejor película española del año 2022.