Entre dos mundos se estrenó el 8 de abril en Netflix con gran éxito colándose en el top ten de lo más visto de la plataforma en solo unos días, y allí se mantiene después de dos semanas. La película está dirigida por Arie Posin, y tiene como protagonista a una de las actrices que más triunfa entre los adolescentes: Joey King (Mi primer beso).
La película está basada en la novela Lo que queda entre nosotros, de Marc Klein que se ha encargado de su adaptación a la pequeña pantalla escribiendo el guion. Durante sus casi dos horas, nos llevará a conocer una historia de amor donde lo sobrenatural adquiere mucha importancia.
Entre dos mundos: Toda historia de amor es una historia de fantasmas.
Tessa es una joven huérfana que no cree en el amor. Eso es debido a que se ha pasado la mayor parte de su vida sola, viviendo en casas de acogidas donde no duraba mucho tiempo su estancia. Con esa infancia, a la joven le resulta muy difícil confiar en nadie y entregarle su afecto.
De hecho, se ha convertido en una persona introvertida que se esconde detrás de su cámara de fotos donde retrata paisajes en blanco y negro y sin personas. Todo eso cambiará cuando conozca a Skylar (Kyle Allen) durante una proyección de Betty Blue.
En ese momento Tessa empezará a experimentar lo que es el amor y lo que significa ser correspondida. La relación entre ambos adolescentes es casi perfecta, ya que el uno complementa al otro y ambos tienen unos gustos bastante parecidos. Todo parece un cuento de hadas hasta que Tessa despierta en una cama de hospital para recibir la noticia de que Skylar ha fallecido en un accidente de tráfico.
Un duro golpe para el enamorado corazón de la joven que se queda literalmente roto. Pero en ese momento empezarán a ocurrir una serie de sucesos que hacen pensar a Tessa que Skylar quiere comunicarse con ella desde el otro lado.

Ghost para un público adolescente
Sí, no podemos negar que esta trama nos recuerda mucho a una película inolvidable: Ghost. Pero los protagonistas de Entre dos mundos no tienen el carisma que tenían Demi Moore y Patrick Swayze, y acabamos por encontrarnos con una película romanticona de esas a las que nos tiene acostumbrados ya su protagonista femenina.
Y no es que eso sea algo malo, pero hubiera sido un buen momento para poder ver a Joey King en un papel diferente, mucho más dramático, un tipo de registro distinto y que hubiera cuadrado más con esta historia de amores rotos por un trágico hecho.
Estamos ante un tema en el que ambos actores se han quedado un poco pequeños. De hecho, la parte más interesante y donde ambos funcionan mejor es la de los flashbacks donde nos van contando ese inicio y continuación de su historia de amor. Lo cual ya es muy significativo, si lo piensas detenidamente.

A esto se une el desorden que parece que tiene el desarrollo de la historia, y a las muchas incógnitas que nos dejan acerca de ese fenómeno paranormal que está sucediendo entre Skylar y Tessa. Todo queda en el aire como si esas pequeñas cosas no tuvieran valor, cuando todos sabemos que justamente la suma de esas pequeñas cosas pueden determinar la línea entre una película buena y otra que no lo es tanto.
Y con esto no quiero decir que Entre dos mundos sea una película no muy buena. Estaremos de acuerdo en que no estamos ante un peliculón, eso no lo podemos negar. Más bien se trata de que está hecha para un público determinado que busca justamente este tipo de historias con corazones rotos y que disfrutan viéndolas sin interesarles nada más.