Blue ruin es una de esas películas que se pierden entre las muchas que tiene el catálogo de Prime Video. Una de esas que seguro que nunca llamaría tu atención. Estrenada en 2013 y dirigida por Jeremy Saulnier y protagonizada por Macon Blair (Yo te cuido), Devin Ratray y Amy Hargreaves (Homeland), tiene una puntuación de un 96% en rotten tomatos y de un 7.1 en IMDb.
La película es un thriller oscuro que nos cuenta la historia de una venganza. Una historia con un final que podríamos considerar como con mensaje, ya que la sangre llama a la sangre y todo en esta película se complica de manera que solo puede tener un final.
La historia de Dwight.
Blue ruin nos presenta a Wight (Macon Blair), es un hombre cuya vida de vagabundo se basa en conseguir el dinero justo para poder alimentarse. Vive en un coche abandonado cerca de la playa sin esperanza ni alicientes. Todo esto cambia cuando una agente de policía va a buscarlo para darle una noticia que él no espera.
El asesino de su padre saldrá de prisión tras cumplir su pena. Esta noticia pondrá patas arriba la vida de Dwight. Los recuerdos de aquella pesadilla volverán y Dwight emprende el camino de vuelta a su hogar a cumplir con una venganza que no ha planeado. Su único propósito es acabar con la vida de quien mató a su padre, y lo que pase después no le importa, ya que no tiene nada que perder.
Dwight es un hombre tranquilo, una persona calmada que no actúa por impulsos y a al que le gusta razonar antes de dar un paso. Y justo está a punto de emprender un viaje que lo meterá de lleno en una serie de situaciones sin sentido. El seguirá manteniendo su carácter afable y dialogante pero eso no le impedirá llevar a cabo lo que él considera su propósito en la vida.

Blue ruin: venganza, sangre y un poco de locura.
Blue ruin es una de esas cintas sombrías que te deja pensando después de verla. Su protagonista se toma la justicia por su mano creando situaciones ridículas donde la sangre corre a borbotones. Si, Blue rain es una película sangrienta pero su director no busca el sensacionalismo recreándose en ello.
La sangre forma parte de ella por que es necesaria. Es una manera de darle realismo y de remarcar ese sentimiento oscuro que roza lo absurdo, y que nos trasmite en todo momento la cinta. Con esos personajes cubiertos de sangre actuando como si ese hecho fuera algo normal.
Blue ruin está llena de escenas extrañas que cuando las ves no sabes si reir o sentir pena, pero que logran sobrecogerte por la crudeza de su realidad. Te quedas mirando perplejo por lo siniestro que es lo que nos muestran mientras tu cabeza intenta asimilar la situación. Es imposible sentir indiferencia después de verlas. Pero lo mejor, es que en ningún momento dudas de que sea real. Todo lo que te cuentan es creíble y no hay agujeros en la historia.

Dwight es un hombre perdido con una obsesión en su cabeza, esto le lleva a momentos de suspense en que dudas en como acabarán. La vida no ha sido generosa con él y cualquier cosa que pueda salir mal seguro que a él le sucede.
Un ejemplo de cómo las cosas no son siempre lo que parecen y de cómo las situaciones van enlazando unas con otras de un modo que no hay marcha atrás ni salida posible a esa cadena de hechos. Y todo ello sabiendo que se empiezan con algo absurdo, como es el sentimiento de venganza de un hombre que no cumple con los requisitos para realizarla. Todo eso es Blue ruin.
Toda esta sensación de descontrol y locura queda plasmada en Blue rain tanto por su protagonista como por los planos que el director nos muestra. El papel que hace el actor que interpreta a Dwight es tremendo. En sus ojos se puede ver su desconcierto y lo perdido que está. Todo por su deseo de hacer lo correcto ahora, ya que cuando debió hacerlo no lo hizo. Es su manera de redimir sus errores. Aunque es tarde y las consecuencias de sus actos se convertirán en algo que se le escapa de las manos.